Ernesto había decidido presentarse como la opción del radicalismo en las PASO de Cambiemos para las elecciones presidenciales del 2015. Sin embargo, la coalición electoral era preponderantemente afín al candidato del PRO, Mauricio Macri, quien además contaba con el respaldo popular.
En este contexto, tuvimos la posibilidad de acercarles a Sanz y su equipo (Jesús Rodríguez, Facundo Suárez Lastra y Marcelo Stubrin) una propuesta de campaña que finalmente no fue considerada.
La idea era jugar con las iniciales del candidato y apropiarse del liderazgo más importante que había tenido la Unión Cívica Radical en los últimos años: Raúl Alfonsín. La palabra RADICALES nos dio la oportunidad de realizar una síntesis visual de esas que no tienen desperdicio. La pieza gráfica que vemos a continuación nunca vio la luz, pero nos resulta particularmente efectiva.
Dentro de la misma propuesta, llevamos una aplicación para celulares que resultaba sumamente disruptiva: AcordeMos. Aprovechando la popularidad que había adquirido Tinder en ese momento, y apelando al diferencial de la UCR dentro de la alianza Cambiemos, desarrollamos una app que permitía contactar a gente que pensaba muy diferente, fomentando el diálogo y el respeto. En una Argentina atravesada por “la grieta”, promover el encuentro y la búsqueda de acuerdos significaba mucho.