En 2015 trabajamos para la candidatura de Felipe Solá a gobernador por el Frente Renovador, quien contaba con recursos muy escasos y un equipo reducido. Luego de un gran esfuerzo creativo, encontramos una fórmula que sentimos que podía lograr mayor efecto positivo y masividad, en el menor tiempo: “LA CAMPAÑA DEL PALO VERDE”. Felipe no poseía los recursos económicos necesarios para semejante exposición, pero sí la creatividad, la lucidez y el empeño para llevarle a cada ciudadano sus propuestas concretas, de un modo diferente.
En nuestro país, el concepto de “un palo verde” hace referencia a un millón de dólares, pero su significado es mucho más amplio que la referencia literal. Es decir, cuando un argentino dice “un palo verde” intenta demostrarle a sus receptores que la cantidad de dinero a la que se refiere es muchísima, incalculable, como si con esa cantidad pudiese hacer todo lo que quisiera. Es un término aceptado y reconocido por la idiosincrasia del país y tiene connotaciones estrictamente coyunturales.
Lo que hicimos fue crear un palo verde, literalmente, para nuestro candidato. Un selfie stick pintado de verde con una camarita de lente angular para que llevara a todos los lugares donde se hacía presente públicamente, desde actos, canales de TV, radios, fiestas provinciales, todo aquello que tenía que ver con la campaña. De ese modo, buscamos transformar su debilidad (la falta de recursos) en una fortaleza. “Felipe Solá no hace campaña con plata del estado como Fernández y Vidal. Felipe hace campaña con tan solo un palo verde”, decían los banners digitales que enlazaban al canal de YouTube en donde estaban todas sus actividades. El humor sirvió para poner en valor su austeridad y contrastar con las campañas monumentales de los dos candidatos más importantes, María Eugenia Vidal (Cambiemos) y Aníbal Fernández (FPV).
En pleno fervor electoral, con los medios de comunicación orientados a una temática única, fue tanta la repercusión que causó la propuesta creativa en todos los argentinos que se convirtió en un suceso masivo en muy poco tiempo, logrando instalarse en el día a día. Tanto en los medios como en la calle, la gente se sintió muy identificada con la propuesta de “LA CAMPAÑA DEL PALO VERDE”.
Las redes sociales fueron nuestro poderoso caballo de batalla, la empatía que generaron nuestros videos y gráficas tuvieron una importante viralización orgánica, con la cual logramos que nuestro candidato tomara gran visibilidad en la recta final de las elecciones.